domingo, enero 6

WOMAN POWER

Al parecer, mi hija le preguntó a su abuela el otro día si ser madre es trabajar. Desde que Katie ha aprendido a leer, se le ocurren las preguntas más insospechadas. 

- Si, claro, ser madre es trabajar porque hay que cuidar de los niños y hacer muchas cosas en la casa... Pero tambien hay madres que trabajan fuera de casa, en la oficina, en un hospital... como mami, que es madre pero tambien trabaja.
- Bueno, mami es un poquito más trabajadora que madre. Porque trabaja mucho, tambien algun día de vacaciones y eso

¡Chúpate esa!. Igual a mi jefe le encanta la respuesta, yo me quedé un poco preocupada. Mi madre dice que no había maldad ni tristeza en sus palabras, que lo decía casi con orgullo. 

Supongo que todas las madres trabajadoras nos enfrentamos a este momento en que tus hijos se preguntan que es eso de trabajar y por qué no podemos dedicarles todo nuestro tiempo. La primera respuesta, eso de que hay que trabajar para ganar dinero y poder comprar cosas, ir de vacaciones, tener una casa... es fácil de explicar y de entender, pero yo no quiero que mis hijos piensen que trabajar es sólo un sacrificio, una obligación, y que el único objetivo es el dinero, quiero que sepan que si les robo a veces tanto tiempo es para hacer algo que me hace también feliz, que me completa.

Quiero que aprendan que se puede trabajar en algo que te apasione, que hay vocaciones que dan sentido a tu vida, que hay trabajos en los que no se gana mucho dinero pero que compensan porque te llenan el corazón, porque ayudas a los demás o porque te dejan expresar todo lo que llevas dentro, que uno puede emprender un proyecto de cero, jugárselo todo, realizar un sueño, construir algo que dure o formar parte de un equipo, de una visión, aprender y aportar cada dia algo nuevo, levantarse de la cama porque te gusta lo que haces, porque te divierte, porque surgen nuevos desafíos y por el simple placer de hacer algo bien, de ver hasta donde puedes llegar. Lo ideal es que esto te de dinero, si puede ser mucho dinero, aún mejor,  pero me gustaría que aprendieran de mi que cuando te gusta lo que haces,  cuando te involucras, cuando le pones pasión, eres mucho más feliz que cuando haces lo que sea sólo por dinero. 

Según están las cosas, la vida decidirá si se ven obligados a hacer algo que no les guste para ganarse la vida; espero que tengan al menos las mismas oportunidades que tuvimos nosotros, pero, como filosofía, preferiría que aprendieran a desarrollar sus talentos, a comprometerse con sus proyectos, a crecer como personas a través de lo que hagan en la vida antes que tener como meta ser "famoso" o tener mucho dinero.

Y me gustaría que Katie aprendiera que hay opciones, que la decisión es suya, que puedes dedicarte solo a tus hijos pero que se puede ser madre y trabajadora, y que eso te permite además ser independiente y valerte por tí misma. 

Unos días después, cenando en un restaurante, estábamos hablando de los estudios de Alex y de que quería ser de mayor. 

- Pues yo no quiero trabajar de mayor - dijo Katie muy decidida
- ¿No?,- pregunté yo. Katie siempre ha dicho que quiere ser artista, le apasiona la pintura - ¿ya no quieres ser artista, ni bailarina, ni astronauta, ni medico...?
- No. Quiero estar en casa sin hacer nada.
- Que vaga, Katie. ¿y entonces, qué vas a hacer?.  Si no trabajas, ni haces nada, tendrás que encontrar un hombre con mucho dinero que se quiera casar contigo.

Pausa dramática. 

Mi hija es muy inteligente, lo está procesando, pienso. Se ha dado cuenta de la ironía de lo que he dicho y está interiorizando que eso no es una opción para una mujer inteligente, guerrera y llena de talento como es ella, que ella no necesita ningún hombre que la mantenga. Lo veo en sus ojos.

Y, por fin:

- ¿Y eso donde se encuentra,  mami?. Porque me parece no hay muchos libres. 

¡Katie, hija, tenemos que hablar!. ¿Es pronto para hablarle de feminismo y woman power....?

1 comentario:

  1. Esta entrada de tu blog me ha hecho recordar un antiguo microrrelato que escribí...
    http://las6carasdelcubo.blogspot.com.es/2011/06/superwoman.html

    Superwoman:

    «La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho» (Jonas Edward Salk).

    Brazos en jarra y una media sonrisa que delataba la satisfacción del deber cumplido. En su mirada, el reflejo de los caídos, que yacían inertes después de la pelea. En el horizonte, las secuelas de su trabajo: el inmenso cansancio.
    La escena, no por repetida, era ya lo único que le alentaba a seguir en la lucha. Muchas veces, en los últimos tiempos, se había detenido a pensar si erró al elegir su rol de superheroína, pues de no haberlo hecho, habría tenido excusa perfecta para el fracaso. Pero "el bien", siempre triunfa, concluyó finalmente. Uno a uno, recogió a los niños y los fue llevando a la cama. Tres lavadoras más tarde, ella les imitó.

    ResponderEliminar

Gracias por enviarme tus comentarios y perdoname si tardo en subirlos. Lo haré lo antes que pueda. Espero que estés disfrutando el blog.