lunes, diciembre 17

Decíamos ayer

Decíamos ayer... y de eso hace dos años, que no es fácil nadar y guardar la ropa, trabajar y disfrutar de tus hijos, dar el 200% profesionalmente y no perderte las funciones del cole, los partidos, los deberes, los cuentos de la noche... que no es fácil ascender y progresar y pasar tiempo de calidad con la familia, aparcando el stress, las preocupaciones, la blackberry...

Mucho ha pasado en estos dos años: un cambio de trabajo, nuevas responsabilidades, varias visitas del Ratón Perez, dos fantásticos veranos, unos cuantos viajes a urgencias, normalmente en fin de semana y a altas horas de la madrugada, muchas risas, peleas continuas, la lucha de las mañanas, los madrugones de los domingos, la Copa de Europa y el Mundial con las caras pintadas de rojo y amarillo, gritando "España, España" y Alex y yo bailando en el jardín en mitad de la noche ondeando una bandera que mi pequeño cosaco siente muy suya, docenas de obras de arte pintadas por nuestra artista adornando cada rincón, muchas reuniones, tutorias en el colegio a horas que solo convienen a un profesor pero desde luego no a una madre trabajadora, Nico empezando en el cole de mayores, hablando por los codos, aprendiendo cada dia algo nuevo....

Alex, a sus 10 años está en plena pre-adolescencia (¡¡¡¡que pronto empieza ahora la edad del pavo!!!!), Katie está más guapa, más sensible y más artista cada día, no se le escapa nada a mi hija, y mi pequeño ratón, Nico,  está para darle mordiscos, pero dos años después, sigo sin encontrar la fórmula mágica, la receta de ese plato tan dificil de cocinar y tan apetecible que llaman conciliación.

Para mi que eso de conciliar es una leyenda urbana y quizá tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que no podemos tenerlo todo; la vida está hecha de opciones, de elecciones y de compromisos.

Si uno tiene la suerte de trabajar en algo que le apasiona,  si consigues hacer que tus hijos se interesen por lo que haces (Katie sabe mas de maquillaje que yo y Alex inventa planes de marketing y nuevos productos para Sephora cada día) y logras dedicar al menos media hora al dia a hablar y jugar con tus hijos si los tienes (no cuenta la media que uno se pasa gritándoles por una cosa o por otra), otro media para tu pareja (repito lo dicho para los hijos), y tener un rato a la semana para hacer algo que te haga feliz y te relaje, la cosa no va mal.  Si lo consigues, la conciliación empieza a parecer más o menos posible.


1 comentario:

  1. Al menos ya tienes muchas cosas claras Bea, esas medias horas hay que encontrarlas sí o sí y eso es otro paso más hacia la idílica conciliación.
    Besos de otra madre de pre-adolescente de 10!! Ay madre, lo que nos viene :)

    CrisML

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Gracias por enviarme tus comentarios y perdoname si tardo en subirlos. Lo haré lo antes que pueda. Espero que estés disfrutando el blog.