martes, abril 27

DÍA DE LA(S) MADRE(S)

Estimadas señoras que dieron la vida a mis hijos,

Ahora que se acerca el Día de la Madre pienso mucho en ustedes. Me he preguntado en incontables ocasiones que les llevó a dar ese paso sin retorno, si fue la necesidad, la extrema juventud, la pobreza, la vergüenza o simplemente el deseo de darles a sus hijos una oportunidad, el sueño de que con su sacrificio encontrarían un futuro con menos miseria. Supongo que llegará el día en que mis hijos se lo pregunten también y ojala pudiera darles una respuesta, ojala pudiera con mis palabras calmar su incertidumbre, resolver esa duda eterna que quizás conviva en el fondo de su alma con el amor que sé que nos tienen, que nos demuestran cada día.

Cuando imagino lo que hubiera sentido si hubiese tenido que renunciar a mi bebé, si no pudiese ver crecer a Nico, si mi única salida hubiese sido arrancar de mi lado a ese pedacito de mis entrañas al que no esperaba pero sin el que no podría ya vivir, comprendo que tuvo que ser la decisión mas dura de sus vidas, siento que de alguna manera esa herida no se cerrara nunca y al agradecimiento mas absoluto por haberme permitido conocer a mis hijos se une la pena más inmensa por su duelo de madre.

Quiero pensar que ustedes soñaban con que sus hijos, que son los míos, encontrarían una familia y todo el amor y cuidados que quizá ustedes no podían, no sabían o no querían darles, que confiaban en que su decisión les permitiría una vida mejor.

A veces miro a mis hijos y pienso si su sonrisa, el color de sus ojos o la forma de sus manos que me son tan familiares como si las hubiera gestado, será la de ustedes, si les reconocerían nada mas verlos, si ellos se verían reflejados en sus rostros, en sus gestos.

Imagino que quizás ustedes piensan a veces que fue de esos bebés a los que no han visto crecer y esperan que hayan logrado todo lo que deseaban para ellos.

Quizá a usted, madre de mi querido cosaco, de mi hijo del alma, le guste saber que aquel bebé es hoy un niño rubio, alto, delgado como un junco y fuerte como un roble, lleno de energía, que tiene unos ojos de un color indefinido entre el azul de la bandera de Ucrania, el gris del cielo de Kiev en otoño y el verde del mar de Odessa, unos ojos que brillan como luceros, que todo lo abarcan con esa curiosidad insaciable, con esa capacidad de sorpresa infinita que tienen los niños listos. A lo mejor le interesa saber que este niño es lo mejor que me ha pasado en la vida, que lo siento tan mío como los latidos de mi corazón, que es un niño brillante, cariñoso, tierno, imaginativo, inteligente, que adora a sus hermanos, que de mayor quiere ser médico y policía y veterinario y domador de delfines y piloto y veterinario, que le fascina la magia , que tiene un sentido del humor perverso y que adora el mar, que nos ha robado el corazón y nos ha dado mas felicidad de la que creíamos posible, que le doy gracias a Dios todos los dias por haberle puesto en nuestro camino.

Y a usted que le dio la vida a mi princesa kazaja, le gustaría tal vez saber que mi hija, que es también la suya, es una niña preciosa, que se rie como un cascabel, con una risa tan contagiosa que te obliga a reírte con ella, que es lista, independiente, valiente como una pequeña guerrera kazaja pero también dulce y mimosa, que tiene una imaginación desbordante y talento para el teatro, que es coqueta y divertida y que cuando me abraza fuerte por las noches el mundo podría pararse y no importaría. Es mi niña, mi tesoro, mi princesa pequeña y el mundo en un lugar mejor porque ella existe, porque su risa lo llena todo de luz.

Sepan que las admiro porque ustedes les dieron una oportunidad, eligieron la vida cuando quizá hubiera sido mas fácil elegir la muerte, y al darles la vida a ellos, me la dieron también a mi. Reciban en el Día de la Madre mi más sincero agradecimiento, el agradecimiento de una madre que lo es gracias a ustedes y que siempre las tendrá en su recuerdo.

lunes, abril 19

SIN DERECHO A DEVOLUCIÓN

Imagina que eres un niño de 7 años, que tu madre es alcohólica, que en el mejor de los casos te ha ignorado toda tu vida y en el peor te ha pegado, gritado, maltratado. Imagina que no sabes lo que es una familia que te proteja y te de cariño, que a los 6 años te alejaron de tu madre para siempre y de todo lo que te resultaba familiar porque no había esperanza alguna de que pudiera cuidar de tí,  y te metieron en un orfanato con otros niños de los que no sabes nada. Imagina que unos meses despues apareció una mujer rubia, cariñosa, y que con cuatro palabras de ruso mal aprendidas te dijo:"soy tu nueva mamá, voy a llevarte a un lugar seguro, vas a tener una familia". Imagina que llegas a un país desconocido, donde no entiendes el idioma, donde la comida, los olores, los sabores, los sonidos, la gente son distintos y te resultan extraños y te asustan un poco. Imagina que no sabes muy bien que esperan de ti, que hay otro niño en la casa y te cae bien pero no le entiendes mucho, imagina que estás asustado y nervioso, que te acuerdas de tu madre y de tu país pero aquí hay tanto que ver, tanto que hacer, tanta información, tantas cosas... Imagina que no sabes si esta mamá nueva será para siempre, si llegará borracha a casa un día, si te apartarán de su lado o te dejarán quedarte en esta casa. Imagina que estás nervioso y un poco asustado, que quieres que te quieran pero no sabes como conseguirlo, y haces cosas que sabes que no deberías hacer pero no puedes evitarlas, y así, por lo menos te hacen caso, y tú quieres que te hagan caso, quieres que te entiendan, que te abracen, que te quieran tanto como al otro niño que vive en tu casa y que ahora es tu hermano.

Y ahora imagina que unos meses después te ponen en un avión, solo, con una mochila llena de galletas y una carta que no sabes leer, y te dicen que te vas de vacaciones, de viaje, de paseo, o algo asi, no lo entiendes muy bien. El viaje es muy largo y cuando llegas te está esperando un señor que no conoces y te lleva con otros señores que tampoco conoces y todo el mundo te hace muchas preguntas, y tu mamá no aparece, y quieres volver a casa y no entiendes que está pasando y por qué estás de nuevo donde empezaste, en tu país, sin mamá, sin familia, sin nadie que te quiera y a quien le importes.

Esto le ha pasado esta semana a un niño ruso adoptado por una mujer americana. Muchos padres adoptivos queremos y deseamos hijo sanos, listos y, si puede ser guapos, ¿no desean eso todos los padres?. Pero la vida te da sorpresas y cuando uno adopta un hijo, adopta tambien su historia, su equipaje, su memoria, su pasado y su futuro. Un niño de 7 años que ha vivido una experiencia traumática tiene mucha historia. Y seis meses quizá no sea suficiente para adaptarse a una nueva vida.

¿Debería prepararse mejor  a los padres  adoptivos?.Si. ¿Debería haber mas apoyo para las familias despues de la adopción?. Quizá. Que esta mujer fuera declarada idónea ya es chocante, pero cualquiera puede hacer bien un examen o una entrevista de trabajo. ¿Hay que entenderla y comprenderla porque se encontró con un grave problema que no entraba dentro del cuento de hadas?. Estoy segura de que esta "persona" por llamarle algo tenia muchas otras opciones en Estados Unidos, incluida las que suponen renunciar a la custodia del niño,  mas humanas que poner a su hijo en un avión de vuelta a Rusia y someterle al mas cruel de los abandonos. A otro abandono más. Peor que a un perro que nos da trabajo y y ano nos hace tanta gracia.

Si tanto queremos equipararnos a los padres biologicos, que sea para todo. Un hijo es un hijo, independientemente del camino por el que llegue a ti. Si unos padres se encuentran con un hijo biológico psicópata, enfermo crónico, hiperactivo, agresivo o con retraso mental, normalmente no lo ponen en un avion y lo devuelven a la cigueña. Si son personas relativamente "normales" lo que suelen hacer es buscar ayuda, de un psicólogo, un medico, un colegio especial, un centro especializado, un trabajador social, un cura.. o sufrir en silencio su pena y sus dificultades. 

El que muchos padres adoptivos queramos o prefiramos un hijo sano, no nos exime de nuestras responsabilidades si nuestro hijo, que lo es desde el momento en que lo adoptamos, resulta que tiene problemas o enfermedades que no esperábamos. Los niños vengan de Paris o de Ucrania no traen garantia y no pueden ser devueltos como si fueran un objeto defectuoso, independientemente de la historia que nos haya vendido el facilitador, de quien se haya forrado en el proceso, de lo confuso del informe medico o de la poca ayuda que haya para los padres despues de la adopción.  

 Cuando firmas que te haces responsable, le prometes a tu hijo que estarás allí para siempre; ese niño es tuyo para el resto de tu vida como si lo hubieras parido, ¿ o no es eso lo que queremos y defendemos los padres adoptivos?.  

En la adopción, en la paternidad biológica y en la vida, no hay garantia de satisfacción y nadie nos va a devolver nuestro dinero si las cosas no resultan como esperábamos. Poner a un niño, a un hijo,  en un avión, solo, y devolverlo a Rusia como si fuera un juguete roto no es solo un acto de crueldad intolerable, indecente e inhumana, más allá del hecho de que el niño fuera adoptado, es un delito de abandono y, en mi opinión, tambien de abuso psicológico.  Que me perdonen pero no solo no puedo comprender a esta mujer sino que espero que la metan en la carcel. Por un hijo se lucha hasta el último aliento, se intenta, se sufre, su busca ayuda, se lucha, se ama, se sigue intentando y sufriendo. 

Voy a abrazar muy fuerte a mis hijos y a decirles al oido mientras duermen lo mucho que les queremos. Espero que Artyom encuentre alguien que se lo diga alguna vez.



miércoles, abril 14

YO CREO EN LAS HADAS

Alex está empezando a dibujar la frontera entre lo real y lo imaginario, entre fantasía y la cruda realidad. La primera crisis existencial de nuestra vida, cuando te empiezas a cuestionar a los Reyes Magos y a preguntarte porque Santa Claus está en todas las esquinas y todos los centros comerciales.

Nunca olvidaré su cara cuando vió a Cenicienta en Disneyworld, ese instante de felicidad total, de absoluta fascinación, de ilusión perfecta, sin sombra alguna de duda de que aquella rubia acababa de salir de un cuento para saludarle a EL, personalmente y con grandes sonrisas, no creo que se pueda ser más feliz de lo que fue mi hijo en ese momento (aunque confieso que cuando me tomé unas cañas con Baryshnikov y me dio un beso al despedirnos, mi felicidad alcanzó cotas similares).

Pero mi cosaco ya empieza a dudar, a tantearnos en busca de respuestas que no quiere oir pero no que no puede dejar de buscar. Hace solo unos meses su vida estaba poblada de duendes, hadas, bakugans y princesas Disney que campaban a sus anchas por el fértil terreno de su imaginación. Pero estas
Navidades algún niño cruel ya empezó a sembrar la duda.

- Mami, ¿sabes lo que ha dicho Raaz?. ¡Que Santa no existe!

- Al que no cree en él, no le trae regalos - me apresuré a responder

- ¡Eso le he dicho yo!. Yo si que creo, mami

Y gracias a la magia y a los buenos amigos cuando volvimos todos a casa después de la cena de Nochebuena, allí estaban todos nuestros regalos debajo del árbol, ¡Santa había venido mientras estábamos fuera y hasta se había tomado el chupito de whisky que le dejamos para que entrara en calor!. Esta Navidad salvamos la magia pero me parece que la próxima ya va a ser más complicado.

Ahora, Alex ya empieza a preguntar si lo que ves en el cine es de verdad o solo una película, o si es "de verdad pero solo en la película, ¿verdad mami?", como si la película fuera aún esa realidad paralela que imaginamos de niños, ese mundo fantástico al que podemos acceder con solo atravesar la pantalla. Y
peor aún, ya hace dudar a su hermana, y eso si que no, tengo que convertirle en el guardián de la llama de la imaginación, para que mi princesa y después Nico sigan creyendo durante muchos años en Santa, en Cenicienta y la magia.

- Las hadas no existen de verdad, Katie - le dijo Alex a su hermana el otro dia sintiéndose muy mayor
- ¿Que dices?, ¿ves?, ahora por decir eso en algún sitio se está muriendo un hada - le respondí
- Yo si creo - gritó Katie indignada

Unos dias después al irse a la cama Alex me confesó:

- ¿Sabes mami?. Me parece que a lo mejor las hadas no existen pero no quiero que se muera ninguna asi que yo si que creo en las hadas

Hay que convencer a Alex de que el mundo es mas hermoso por una flor que no se ve y que la magia es imprescindible para encarar la vida. Que mis hijos llegaran a mi por diferentes caminos fue tambien magia, ojalá nunca dejáramos de creer en la magia, de mirar el mundo siempre con la ilusión con que mi hijo miró a Cenicienta aquel día.

Alex is starting to draw the boundary between the real and the imaginary, between fantasy and harsh reality. The first existential crisis of our life, when you start questioning the Three Wise Men and to wonder why Santa Claus is in every corner and every mall.


I will never forget his face when he saw Cinderella at Disneyworld, that moment of total happiness, absolute fascination and perfect illusion, believing beyond a shadow of a doubt that this blonde had just left a fairytale to waved at him, personally and with big smiles, I do not think it´s humanly possible to be
happier than my son was at that time (although I must say when I had a beer with Baryshnikov and he gave a kiss goodbye, my happiness reached similar levels).


But my Cossack begins to doubt, to fish for answers he does not want to hear but he cannot stop asking. Just a few months his life was full of elves, fairies, bakugans and Disney Princess, populating the fertile soil of his imagination. This Christmas a cruel child planted the seed of doubt.


- Mom, you know what Raaz said?. That Santa does not exist!


- He  does not bring gifts to those who don´t believe in him


- That´s what I told him!. I do believe, Mommy


But he kept asking questions, wondering how Santa works his magic. And thanks to the magic and good friends when we returned home all after Christmas dinner, there were all our presents under the tree, Santa had come while we were out and had even drunk the shot of whiskey that we left to warm him up!. We saved the Christmas magic but I think next year will be more complicated.


Now, Alex is beginning to wonder if what you see in the movies is real or just a movie, or is "real but only in the movie, right Mommy?" as if the film was that parallel reality we imagined for children, that
fantasy world that we can access just by crossing the screen. And worse,  he´s making his sister doubt, and that cannot be, I have to convert Alex into the keeper of the flame of imagination, so my princess and then Nico will still believe in Santa for many years, and in Cinderella and the magic.


- Fairies do not really exist, Katie - Alex told his sister the other day feeling very old
- What?. You see, now somewhere a poor fairy is dying - I answered
- I do believe!!! - shouted Katie


A few days later Alex confessed while going to bed:


- Do you know Mommy?. I think maybe there are no fairies but I do not want any of them to die any so I do believe in fairies


You have to convince Alex that the world is more beautiful because of a flower that you cannot see and that magic is essential to face this life. My children finding us was magic, I wish we never stopped believing in magic, look forever at the world with the illusion with which my son looked at Cinderella.

martes, abril 6

SIN MANUAL

Dicen que los niños no vienen con un manual debajo del brazo, a los padres adoptivos además de ese libro de instrucciones para criar a los hijos deberían darnos otro: el “Manual de Respuestas a preguntas y comentarios impertinentes”. Este manual seria muy útil y además lo consultaríamos muy a menudo, ya que raro es el día en que no tenemos que enfrentarnos a alguna de estas situaciones.

Las preguntas impertinentes suelen empezar cuando dices que vas a adoptar: ¿no te da miedo?, ¿y no te preocupa no saber nada de sus verdaderos padres, y si su padre era un alcohólico, o un asesino?, ¿y si tiene problemas, si está enfermo, si va retrasado en el colegio, si no es inteligente...?. Cuestiones todas ellas lícitas y quizá hasta razonables pero claramente impertinentes. ¿Está garantizado que un hijo biológico estará sano, será inteligente y destacará en el colegio?, ¿da menos miedo parir un hijo que adoptarlo?, ¿se hacen los padres menos preguntas sobre el futuro de sus hijos cuando no son adoptados?.

Tengo la increíble fortuna de haber adoptado dos preciosos tesoros, uno en Ucrania y otro en Kazajstán, y haber recibido años después una sorpresa biológica que está a punto de cumplir un añito. Mi hija tiene unos maravillosos ojos almendrados, negros como la noche y por sus rasgos asiáticos es evidente que es adoptada. Mi hijo mayor, sin embargo, es rubio con ojos azules, no se parece físicamente en nada a mi pero según dice la gente “podría ser mío perfectamente”. Cuando paseo con mi hija por el supermercado la gente nos sonríe y como la situación se explica sola no suelen hacer comentarios, aunque no faltan aquellos que con su mejor intención comentan “que obra tan buena habéis hecho, que ricas son estas niñas (asi, en plural, generalizando) que suerte ha tenido esta cría”.

Pero mis comentarios favoritos, para los cuales me vendría muy bien el manual ese, normalmente surgen cuando alguien a quien conocemos desde hace tiempo descubre que Alex es adoptado. Hay varias versiones:

“que me dices, no había notado nada”
“uy, no tenía ni idea de que no era tuyo”
“ si no lo dices, no lo notaría nadie”
“ pero si parece tu hijo de verdad”

Todo esto lo he oído de personas supuestamente inteligentes, de amigos incluso, por supuesto, mi hijo también lo ha oído. Gracias a Dios, cada día menos. No se en que creen que se tendría que notar que es adoptado, que diferencia creen ellos que existe entre criar a un hijo que ha nacido de tus entrañas y criar a un niño que ha crecido en tu corazón, ¿no quieren los hombres a sus hijos y no los han parido?. Y tampoco entiendo que quiere decir que no es mío de verdad, ¿tener un hijo es sólo dar a luz, un acto fisiológico sin mas?, ¿no cuentan los muchos años que vienen después, las noches en vela desde las fiebres infantiles a las primeras salidas de adolescencia, los mil momentos vividos juntos, los cuentos antes de ir al a cama, los deberes, los disgustos, las tiritas, enseñarles a montar en bici, las primeras palabras, los millones de abrazos y besos, enseñarle a crecer, a respetar, a sentirse seguro, a enfrentarse a los problemas, ayudarles a ser y a hacer lo que quieran y lo que puedan, intentar hacerles felices?

Espero que llegue el día en que sepa como responder a esos comentarios o en que la gente, la bienintencionada gente, le quite el adjetivo calificativo a MIS hijos, que son, por supuesto todos mios, los que parí con todo el sufrimiento y dolor burocrático y administrativo posible y el que llegó por cesárea en un hospital, porque son todos parte de mi alma que es tan mía como mi cuerpo, porque son lo mas importante de nuestras vidas, porque la adopción es solo el camino por el que dos de ellos llegaron a nosotros, y no nos importa que se note o se sepa que son adoptados, esa es su historia, su equipaje, parte de lo que les hace ser quien son: unos niños maravillosos, cariñosos, valientes, brillantes, supervivientes del abandono, que han querido adoptarnos y que nos hacen felices cada día. Mis hijos, los tres, no pueden ser mas de verdad, mas míos, mas queridos y deseados, así los amo y así los siento, y algún día no nos harán falta manuales porque cuando la gente nos mire a mi hija de ojos rasgados, a mi cosaco rubio, a nuestro bebé con mis ojos y la sonrisa de su padre, a mi marido escocés y a mi, solo verá lo que realmente somos: una familia.